Continuando el vuelo

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Un poco de aire para batir las alas y continuar el vuelo

 

Los niños no son el futuro del mundo

son el presente más vital,

curioso y palpitante del universo.

Jartum 

 

Los dos ombligos

Si eres un ser humano tienes ombligo. Sólo uno. Ese ombligo te alimentó mientras te formabas en la pancita de tu madre. Su trabajo llegó a su fin cuando naciste. Tal vez no sabes que hay un segundo ombligo, uno que sacia la otra hambre, la del espíritu. Su trabajo no termina nunca.   ¡Es  una estación de radio!

Radiombligo es el medio que alimenta con música y literatura las necesidades más profundas en el alma de los niños.  ¡Sí! Enciendes tu radio por las mañanas y tu hogar se llena de seres de la fantasía, de música y de poesía. Canciones de Colombia, Argentina, Cuba, España, Chile, Brasil, México… Canciones en francés, inglés, alemán, en idiomas africanos o asiáticos, estimulan tu imaginación y curiosidad. Jazz, blues, rock, folclore, todo lo que suena hermoso, tiene cabida en el ombligo radiofónico.

En Chiapas, el estado más pobre de México, lo mismo el hijo del campesino o el pescador, que los niños de las ciudades, van a la escuela muy vitaminados luego de escuchar a Mozart o Beethoven o Bach o Vivaldi. Piano, violín, violonchelo, pero también marimbas, saxofones y guitarras saltan a sus orejas con gran placer. Radiombligo lleva 14 años de transmisiones en vivo, de lunes a viernes, una hora cada mañana.

¿Para niños de qué edades transmite Radiombligo? ¡Es como preguntar para qué público se muestran la luna, o las olas del mar, o las jirafas, o las flores! A todos, bebés o ancianos, nos gustan por igual.  Niñas y niños toman su desayuno mientras escuchan viejas historias o relatos contemporáneos.  Las canciones son cuentos y en los cuentos saltan insólitos personajes que nos enseñan lo bueno, lo malvado, lo triste y lo feliz de la vida.

Si te asomas por la ventanita de la cabina descubrirás que los locutores son un   sabio señor Zopilote y la blanca Gaviota, que se alimenta lo mismo de libros que de peces. En los controles se encuentra un descendiente de los dinosaurios:  el velocísimo Hugo Torongo Tortugo. ¡Cuántos personajes nos visitan cada año! Hablan de Ciencia, Salud, Deportes, Juegos, Democracia, amor por lo animales, por las plantas, por los abuelitos.

Hemos podido llegar a miles de hogares porque, bueno,  la señal  se enlaza a 13 estaciones de la Red de la Radio Pública de Chiapas, pero más que eso, porque también somos muy divertidos. Nuestra audiencia crece día con día a través del Internet.  ¿Tu ya nos conoces? www.radiombligo.org


 

Premios

Por nuestro trabajo hemos obtenido muchos premios. Entre ellos:

+ Coming up Taller Award 2009, que otorga el gobierno de los Estados Unidos en la Casa Blanca. Lo recibimos de manos de la señora Michelle Obama.

+ 4 Primeros Lugares en la Bienal Internacional de Radio.

+ El mejor de todos los premios es el gran cariño de su público. Miles de cartas son una prueba irrefutable. Niños y niñas crecen felices con dos ombligos: el de la panza y el del corazón y la inteligencia. ¿Existe en tu comunidad, en tu ciudad algo como esto, tus niños despiertan con deseos de escuchar las nuevas aventuras que pasan en radio? Hemos buscado por todo el mundo. Hay poco, o nada, como Radiombligo.

Anhelos y turbulencias

Anhelamos  llegar a todo México, Centro y Sudamérica. ¡Los niños lo merecen! Anhelamos alcanzar a la niñez hispanohablante al Sur de los Estados Unidos, y de los dispersos por el mundo. Radiombligo, estamos seguros,  es el Libro que muchos no podrán leer, la Sala de Arte a la que no podrán acudir jamás, la Voz del Abuelo, el Canto de la Sirena, el Espejo Mágico donde podrán ver lo mejor de sí mismo cada chico.

Pero nuestros recursos fueron truncados. Desde hace tres años trabajamos con la mitad del presupuesto. ¡No hay ninguna razón que justifique ese castigo! Con ese recorte apenas tenemos para mantener el barco a flote. Hemos dejado de ofrecer Conciertos en plazas y teatros públicos; cancelamos el Cine de Radiombligo;  el envío de Libros gratuitos vía postal; y tuvimos que recortar a importantes colaboradores.

¿Te imaginas que de pronto te cancelaran la luna o te dijeran que se prohíben las flores, que eso que más te gusta ya no existirá más? Estuvimos a punto de dejar Radiombligo,  y así lo anunciamos a la audiencia. Pero ellos, niños y adultos, no quieren que renunciemos. Dijeron que sin Radiombligo serán sus mañanas un caos, que vendrá la tristeza, que nos aman mucho. Más de lo que nunca pudimos imaginar. Es real lo que digo. ¡Ahí están las cartas!

Entonces nos cayó como lluvia una gran idea: no sólo rescatar Radiombligo para los niños de Chiapas, sino también impulsarlo para cualquiera, en cualquier parte del mundo, que necesite saciar la otra hambre. Sólo nos falta un empujoncito y un poco de aire para batir las alas y continuar el vuelo.